De acuerdo a un comunicado de la institución, "el castigo corporal -o el uso del azote- como herramienta disciplinaria incrementa la agresividad en menores a largo plazo y es un elemento no efectivo para enseñar a un niño sus responsabilidades y su autocontrol".
Con esta actualización de sus políticas, la academia pondrá nuevos recursos en relación a cómo se debe criar a los menores, unas herramientas que están pensadas para padres y médicos.
"De hecho -prosiguió-, nuevas pruebas sugieren que puede causar daño al niño, afectando al desarrollo normal del cerebro. Otros métodos que enseñan a los menores la diferencia entre lo correcto y lo incorrecto son más seguros y más efectivos".
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