Fue la propia Organización Mundial de la
Salud (OMS) la encargada de instalar el concepto de obesidad como
epidemia global, y de hablar de ella como la primera enfermedad crónica
no transmisible (ECNT), que genera un importante impacto a nivel de la
salud pública.
Las enfermedades crónicas no
transmisibles, es decir enfermedades de larga duración con evolución
generalmente lenta, como la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y
el cáncer son de las principales causas de muerte en la Argentina,
donde la dieta representa uno de los factores de riesgo más importantes.
Y si de patrón alimentario se habla, el
consumo de bebidas azucaradas está a la cabeza entre los hábitos menos
saludables que más crece en todas las edades.
Un reciente estudio realizado entre
hombres y mujeres en los EEUU demostró que mientras más bebidas
endulzadas con azúcar (SSB, por sus siglas en inglés) bebe una persona,
mayor es el riesgo de muerte prematura, especialmente por enfermedades
cardiovasculares y, en menor medida, por cáncer.
El relevamiento reveló que el riesgo de muerte temprana relacionado con el consumo de SSB fue más pronunciado entre las mujeres
Guadalajara (México).- El trastorno de
deseo sexual hipoactivo (TDSH) es un padecimiento común entre mujeres
que presentan otras condiciones como diabetes, ansiedad o depresión,
afirmó la terapeuta sexual Blanca Real Peña, quien asiste al octavo
Encuentro de Neurociencias 2019 que concluye este sábado en Jalisco
(oeste de México).
“Cuando (en terapia) lo buscas y le
preguntas, sobre todo si la mujer está deprimida, ansiosa o con una
dinámica de pareja de varios años, muchísimas reportan que no tienen
deseo”, aseguró la especialista del Instituto Jalisciense de Salud
Mental.
El TDSH se caracteriza por la
deficiencia o nula fantasía o deseo sexual en la que, incluso, la mujer
no tiene un disfrute a nivel cognitivo o psicológico en el caso de que
tenga un encuentro sexual, explicó la médica antes de su participación
en el Encuentro.
MÉXICO.- De acuerdo con cifras de la
Organización Mundial de la Salud (OMS), existen cerca de 60 millones de
personas con trastorno bipolar.
El trastorno bipolar es “una alteración
en el estado de ánimo, hay una oscilación en las emociones que puede ir
de la manía a la depresión. Los pacientes está profundamente deprimidos o
muy eufóricos”, explica la doctora Martha Patricia Ontiveros Uribe.
La profesora, titular del curso de
especialización en psiquiatría del Instituto Nacional de Psiquiatría
Ramón de la Fuente, añade que es más recurrente que se desarrolle en
personas con antecedentes familiares de trastorno bipolar.
La mayoría de los pacientes presentan el
trastorno entre los 20 y 25 años y no hay ningún estudio que anticipe
que la persona va a desarrollar el trastorno, explica la especialista.
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Las embarazadas que quieran conocer el
sexo de sus hijos ya no tendrán que esperar hacerse una sonografía a los
tres o cuatro meses para saberlo, pues en el país ya existe una prueba
diagnóstica que permite determinar el sexo a las ocho semanas de
embarazo.
Se trata de “determinación de sexo fetal
en sangre materna” que introdujo Referencia Laboratorio Clínico a su
menú de servicios y que permite también establecer la posibilidad de
heredar la hemofilia, retinosis pigmentaria, enfermedad de Niorrie,
retinoquisis, ictiosis y las distrofias musculares de Duchenne y de
Becker.
Eileen Riego, directora técnica de la
Unidad de Identificación Humana por ADN, del laboratorio, explicó que la
prueba es parte de un grupo de estudios conocidos como DPNI o pruebas
prenatales no invasivas, que, supuestamente, evitan las complicaciones
de los exámenes clínicos tradicionales invasivos y que se realizan en el
útero y que pueden provocar la pérdida del embarazo y posibles
complicaciones obstétricas.
Sostuvo que la prueba para saber el sexo
no es exclusiva para parejas que tengan una condición genética que
puedan transmitir a su descendencia.
La determinación del sexo se basa en la
obtención de ADN fetal en ( sangre materna) para posterior detección de
secuencias específicas ligadas al cromosoma masculino.