“Después de estar un mes y medio con su familia, el hecho de separarse siempre provocará algún grado de ansiedad y temor.
El problema se presenta cuando los niños padecen los síntomas descritos de una forma aguda y persistente”, apuntó la directora del Centro de Estudios Psicológicos en la Infancia (CEEPI).
La especialista señaló que si esto se prolonga por más de 15 días después del ingreso a clases es indispensable poner atención “porque detrás del miedo de ir a la escuela, puede haber un problema más serio”.
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