Según ha informado la entidad colegial en un comunicado, con la llegada del otoño y de la paulatina bajada de las temperaturas, se vuelve al uso de un calzado cerrado, un tipo de zapato que puede provocar mayor sudoración del pie y la aparición de mal olor, que es una de las principales afecciones de los pies en esta época del año.
"Cuando el sudor entra en contacto con la flora bacteriana del pie, produce en su descomposición amonio y ácido graso que dan como resultado el mal olor de los pies. El motivo más común es que estos pasen muchas horas dentro de un calzado cerrado con la correspondiente secreción de sudor", ha explicado Antonio Viana, podólogo y secretario del ICOPCV.
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